martes, 8 de diciembre de 2009

The power of still image

The image here proposed tells us a larger story than that of a policeman walking through what it appears to be an abandoned house. The agent’s attitude seems to be that he is ready to use his gun. At first glance, what we see is the job of policemen in the United States, as showed in the news or the movies. Without knowing its context, this image would be interpreted as a common police activity. Spectator would imagine that the risk of patrolling abandoned properties forces the policeman to use his weapon.

Although, this apparently common still photography portrays a much more complex situation, it contains universal connotations related to the failure of global financial markets. By this image, photographer Antony Suau, denounces the consequences of financial crisis that left hundreds of thousands US citizens homeless. This picture criticizes the fact that for the last years, financial institutions were not responsible in authorizing subprime mortgages, creating a credit bubble on real estate markets. This bubble blew out on the summer of 2007, when French bank BNP Parisbas declared itself unable to pay massive debt hedge funds from US banks. Until now, global financial crisis has affected more than half a million households in the US.

One characteristic of this image is that at first look the spectator is “cheated”; it would be common think that the policeman on the photo is chasing criminals. What is interesting about this, and is why this image is important, is that it breaks accepted stereotypes. The surrounding story of this photo completely changes the typecast of what the job of policemen is and to whom should he point his gun: to evicted residents on “their own” house?

What this photo tells is that economic situation went so critical in the US, that police enforcement tasks consisted in surveillance at foreclosured homes. What we also testify on this photo is a situation not seen before in the United States: people being chased out of their homes. What is shocking about this is that it goes against the values of American dream; it counters a prevailing idea of what ownership means in the wealthiest economy of the world.

This image denounces other social problem in United States as well. It has to do with public heath, since what we do not see on the picture, but plays important role on it, are the addicts or the squatters police agent fears to find.

martes, 17 de noviembre de 2009

Gorvachev and Vuitton



Such a renouned photograph as Leibowitz would not leave anything to coincidence. Good photographers know images are texts on wich all objects have meaning and become symbols. A denouncing russian newspaper poking out of Gorvachev Louis Vuitton's bag, is a commercial, political and fashion statement. It clearly shows the world in which we live now, the post cold war era where global companies, in this case a luxury brand, rule over ideologies and even over some governments. In any case, the spin on this photo might be the subtle way denouncing corruption on Livtinenko murder affair. And of course, the spin master, or spin doctor is Mr. Gorvachev himself.

miércoles, 10 de junio de 2009

Crítica constructiva...(not)


Jamás había sentido tan cerca el vacío de esta ciudad. De golpe el vacío se me presentó como un plato mal servido de comida rápida.
He tratado de no ser intransigente y abstenerme de hacer una crítica aguda de Miami. Sin embargo, después de haber visto una ciudad como Estambul, la realidad, o mejor dicho la falsedad, de esta ciudad a la que llegué por mero azar, me cayó como un balde de agua tibia, ya que ni siquiera estaba helada.
Acostumbrado a la densidad y el impacto que produce la Ciudad de México, donde fui educado, Miami me sabe a los platillos de comida cubana, simplones, con mucho ruido y pocas nueces.
Inútil buscar rastros de Cuba, la que vi cuando era adolescente, de música cubana tradicional como el son, el que escuché en México, ni siquiera he encontrado buenos mojitos. En la conocida calle 8 he entrado a algunos sitios auténticos, sin embargo no tienen la intensidad que te hacen sentir al borde de las sensaciones.
Miami es para quienes necesitan reafirmar su narcisismo, para los que, quizá por el gusto de soñar despiertos, satisfacen su autoestima con botox, silicones o llenándose la boca diciendo cantidades de dinero sin que nadie les haya preguntado.

lunes, 4 de mayo de 2009

El Bósforo

To be traveling through the middle of a city as great, historic, and forlorn as Istambul, and yet to feel the freedom of the open sea- that is the thrill of a trip along the Bosforus. Pushed along by its strog currents, invogorated by the sea air that bears no trace of the dirt, smoke, and noise of the crowded city that surrounds it, the traveler begins to feel that, in spite of everything, this is still a place in which he can enjoy solitude and find freedom.

This waterway that passes through the center of the city is not to be confused with the canals of Amsterdam or Venice or the rivers that divide Paris and Rome in two: Strong currents run through the Bosforus, its surface is always ruffled by wind and waves, and its waters are deep and dark.
If you have the current behind you, if you are following the itinerary of a city ferry, you will see apartment buildings and yalis, old ladies watching you from balconies as they sip their tea, the pergolas of coffehouses perched by landings, children in their underwear entering the sea just where the sewers empty into it and sunning themselves on the concrete, men fishing from the banks, people lazing on their yachts, schoolchildren emptying out of school and walkig along the shore, travelers gazing through bus windows out to the sea while stuck in traffic, cats sitting on wharfs waiting for fishermen, trees you hadn't realize were so tall, hidden villas and walled gardens you didn't even know existed, narrow alleyways rising up into the hills, tall apartment buildings looming by evergreens and centuries-old plane trees -even for a child, it was to know that a great civilization had stood here, and, from what they told me, people very much like us once upon a time led a live extravagantly different from our own - leaving us who followed them feeling the poorer, weaker and more provincial.

Ohran Pamuk, Istambul, Memories and the city.

martes, 10 de marzo de 2009

Voy a explotar


Recientemente vi la película mexicana Voy a Explotar, del director Gerardo Naranjo. En esta, dos adolescentes, Román y Maru, planean fugarse de la escuela y de casa, motivados por una búsqueda sin causa aparente.
Podría creerse que "Voy a explotar" es como una película adolescente, sin embargo es una película sobre la adolescencia. Como si el punto de vista fuera el de un contemporáneo de Román y Maru, la película tiene momentos de intensidad crítica, de ternura, de embriaguez, de vacío. Se confunden los personajes con la personalidad de la película. El ritmo al inicio es entrecortado y violento. Después se suaviza y se alarga.
En las palabras de sus diálogos, en sus diarios, hablan de sensaciones que provienen de estados anímicos al límite. Denotan la acidez de una vida urbana escéptica. Lingüísticamente pobres, las conversaciones de Román y Maru, caen en clichés y convenciones. Con ello, en el guión se busca el retrato arquetípico de dos adolescentes clasemedieros educados en México.
Sin embargo, lejos de los lugares comunes, la película llama la atención por la historia, que trata de una huída constante, donde la música, el contexto de la ciudad de Guanajuato y sus políticos, se muestran en una puesta en escena dinámica, como el ritmo de vida o el estado mental de la adolescencia.
Es interesante el uso de la banda original. La música por los audífonos que comparten Román y Maru, determinan su estado de ánimo. Se escuchan canciones de P.I.L., Mahler, Bright Eyes, Interpol y Georges Delerue. Este último, compositor francés que colaboró en películas emblemáticas de la Nouvelle Vague en Francia.
Lohen dice que la historia de esta película le pareció predecible. Probablemente sea así. Yo cuestionaría que se ponga en duda la calidad de una película por el hecho de que la historia sea predecible. Aspectos como la fotografía, la edición, la autenticidad de la historia o la calidad de la banda original, ofrecen otras posibilidades de crítica y apreciación de cine.





viernes, 30 de enero de 2009

El efecto Big Mac

Una de las consecuencias inmediatas de la crisis en Estados Unidos es que para los estadounidenses el derroche es ahora una opción lejana. Desde ahora tendrán que consumir lo que necesitan y no lo que se les antoje. Deberán ahorrar y no sobregirar la tarjeta de crédito.

La crisis aquí cae como un balde de agua fría. La luna de miel del crédito terminó. Los millonarios son ahora 30% menos ricos. Los detentadores de la "mediumclassness", esa actitud aspiracional de suburbio, comenzarán a disfrutar sus vacaciones saliendo en los aeropuertos por vuelos nacionales.

En los lugares con acceso a internet, como en los Starbucks, ahora es común ver oficinas improvisadas. Laptops y celulares en mesas para tomar café. Ejecutivos organizando reuniones, haciendo llamadas para cobrar el último mes, buscando clientes evasivos, esperando la respuesta que no llega, el depósito que no se realiza. Donde como mi sandwich al medio día, en la mesa mas escondida, un personaje lleva despachando casi seis meses.

En los estantes de las librerías sobresalen los libros relacionados a Obama y al economic downturn. A la vista saltan títulos como "The foreclosure of America" a la par del interesantísimo "Dreams from my Father" del ahora presidente Obama.
Yo mismo, tratando de obtener una explicación, adquirí uno de estos libros: "The new paradigm for financial markets, the credit crisis of 2008 and what it means", de George Soros, uno de los gurús posmodernos de la economía. No lo terminé, pero obtuve una mejor explicación leyendo a un columnista mexicano que cita un concepto que al parecer el presidente Calderón acuñó en su reciente visita a Davos, Suiza: El efecto Big Mac.
Así como el efecto Tequila tuvo consecuencias devastadoras a la medida mexicana, el efecto Big Mac ha repercutido en todo el mundo pero a la medida sobredimensionada de lo estadounidense. En esa lógica, a esta crisis también se le pudo haber nombrado: El efecto super whoper, el Efecto five eggs ommelette with all u can eat pancakes o Efecto triple decker whoper with extra cheese and so...
En Miami, una ciudad asentada sobre pantanos y más cercana al caribe que al Continente Americano, no es raro ver pedigüeños en los semáforos. Además, como en muchas otras ciudades del mundo, se observa una brecha enorme en la concentración de la riqueza. Aquí, el sueño americano es inalcanzable para cientos de miles de latinoamericanos. Ni en México había percibido tanta frustración, tantos planes quebrantados, tanta competencia sin sentido. Como en muchos paraísos naturales, la presencia de almas perdidas es patente.
Ello contrasta con la patológica manía de algunos habitantes de esta parte de Florida de querer aparentar riquezas. Algo que se puede sintetizar como: "si no lo tengo al menos lo aparento", lo que en esa lógica, ya es ganancia. Un estudio en Francia reveló que entre más altos son los niveles de desempleo, hay mas asistencia de hombres a los gimnasios de pesas. Lo que demuestra que probablemente en la mentalidad del desempleado la musculatura funciona como un caparazón, un forma de aparentar de que las cosas no pueden estar tan mal.





lunes, 26 de enero de 2009

José Tomás

Ese domingo los carteles de la Plaza México anunciaban al matador José Tomás. 


La sangre aumentó la estridencia de esa tarde de toros. El rito se repetía. Los colores del ruedo saltaban punzantes a los ojos. Por todas partes salía el humo de los habanos. 

El segundo toro de la tarde embistió a José Tomás. Vimos cómo el animal lo levantó, cómo José Tomás cayó y se puso en pie solo para continuar con la faena. Lohengrin capturó el momento.
 

Que si es arte o barbarie es una discusión que no me interesa. Resalto el hecho de que presencié un rito. Junto a mí comentaban que la "fiesta brava" desaparecería y que en lugar de la Plaza de Toros habría un Wal-Mart.






sábado, 10 de enero de 2009

Puro Mazatlán




Volví a Mazatlán cuando Guemo, mi amigo mazatleco, se casó y nos invitó a la boda. Además de las puestas de sol y de las parvadas de pelícanos, se me quedó en la memoria el Corrido de Maztlán. Compuesto por José Alfredo Jiménez, fue interpretado el día de la boda a dueto de guitarra y chelo por Guemo y Azca, su ahora esposa japonesa. 

Sin esperarlo, el corrido se convirtió en la guía de nuestro re-corrido por Mazatlán. Junto con mis amigos, descubrimos cada uno de los lugares descritos por José Alfredo. Fue como nuestro Lonely Planet, como la Guide du Routard del turista nacional. Durante los paseos alguien cantaba el estribillo de repente, como si la ciudad hablara a través de quienes la caminan, era como si habitaramos el corrido. 
 


Según la explicación de Guemo, la Isla de enfrente es una reserva natural donde, a la caída del sol, los pájaros se resguardan. Si pudiera alargar el Corrido de Mazatlán, agregaría una una estrofa para hablar sobre los pelícanos. Una mañana unos pescadores me regalaron colas y cabezas de pescado para alimentar a las gaviotas en vuelo. 















Algo que también me llamó la atención de Mazatlán, es la voracidad con la que sus paredes han sido rayadas. De eso no tomé fotos porque  las pintas no valen la pena. Son tags de quienes ojalá un día aprendan a pintar mejor y sus graffitis sean una propuesta urbana y no un acto de vandalismo. 

 
Mazatlán fue un viaje gastronómico. El aguachile, los tacos de caguamanta, los camarones cucaracha o los tacos gobernador fueron el complemento del Corrido de Mazatlán.