lunes, 24 de noviembre de 2008

Ces petits riens

A Lohengrin, mon amour

Transcribo a continuación el texto de una canción de Serge Gainsbourg. La transcribo y enseguida la traduzco. Verán porqué, en ciertos momentos, el idioma francés es ideal para describir el enamoramiento. La traducción en español queda algo forzada, ustedes se darán cuenta. En fracés se trata de un suave juego de palabras. El juego se extiende hacia la definición del concepto "nada", y su contrario "todo", en la mentalidad del enamorado. Me atrapa esta canción por la genial combinación de filosofía, poesía y música, todo ello -o nada de esto-, en torno a la sinrazón del enamoramiento. Encontrarán esta canción en el álbum "gainsbourg percussions", que apareció en 1964. 

Ces petits riens
par Serge Gainsbourg

Mieux vaut n'penser à rien
Que n'pas penser du tout
Rien c'est déjà
Rien c'est déjà beaucoup
On se souvient de rien
Et puisqu'on oublie tout
Rien c'est bien mieux
Rien c'est bien mieux que tout

Mieux vaut n'penser à rien
Que de penser a vous
Ça n'me vaut rien
Ça n'me vaut rien du tout
Comme si de rien
N'etait je pense à tous
Ces petits riens
Qui me venaient de vous

Si c'était trois fois rien
Trois fois rien entre nous
Evidemment
Ça ne fait pas beaucoup
Ce sont  ces petits riens
Que j'ai mis bout à bout
Ces petits riens
Qui me venaient de vous

Mieux vaut pleurer de rien
Que de rire de tout
Pleurer pour un rien
C'est déjà beaucoup
Mais vous vous n'avez rien
Dans le coeur et j'avoue
Je vous envie
Je vous en veux beaucoup

Ce sont ces petits riens
Qui me venaient de vous
Le voulez vous?
Tenez! Que voulez-vous
Moi je ne veux pour rien
Au monde plus rien de vous
Pour être à vous
Faut être à moité fou.


Traducción


Es mejor no pensar en nada
Que no pensar para nada
Nada es ya...
Nada es ya demasiado
De nada nos acordamos 
Y porque se olvida todo
Nada es mucho mejor
Nada es mucho mejor que todo

Es mejor no pensar en nada
Que pensar en tí
De nada me sirve
De nada me sirve todo
Y como si nada
Pienso en todas
Esas pequeñas nadas
Que venían de tí

Si hubiera tres veces nada
Tres veces nada entre nosotros
Evidentemente
Eso sería nada
Son esas pequeñas naderías
Que puse de un lado a otro
Esas pequeñas nadas
Que venían de tí

Mejor llorar de nada
Que reir de todo
Llorar por nada
Ya es demasiado.
Pero tú, tú no tienes nada
En tu corazón y confieso
Te deseo
Te deseo mucho

Son esas nadas
Que venían de tí
Las quieres?
Qué quieres?
Yo no quiero por nada
Del mundo nada de tí
Para ser de tí
Hay que estar medio loco.

(Et moi je suis à moité fou)

martes, 18 de noviembre de 2008

La culpa también fue de Palin


Como un rompecabezas, las piezas azules del mapa electoral de Estados Unidos se iban ensamblando en las pantallas de televisión de todo el mundo. Presenciábamos en tiempo real el triunfo del candidato demócrata, el afroamericano Barak Obama. La democracia norteamericana se renovaba y sorprendía al mundo.
Acostumbrado yo a la democracia mexicana, donde un organismo burocrático electoral centraliza el conteo de votos, observé cómo la democracia norteamericana se cocina por partes. Los resultados son comunicados a los medios de comunicación por los comités electorales estatales y como en una competencia deportiva o un juego de estrategia, los ciudadanos pueden seguir el match de la democracia en versión CNN, en vivo y a todo color.
El triunfo de Obama es un acontecimiento mayor en la historia, posible gracias a la participación masiva de nuevos votantes -voto generacional- y de las minorías -esferas de la sociedad que enriquecen culturalmente la vida cotidiana de las principales ciudades estadounidenses. Así, Obama ganó debido a que su campaña, a golpe de discursos muy elocuentes, con un mensaje claro y no populista, generó en la sociedad un sentimiento generalizado de esperanza y de cambio. Lo cual, en un contexto de crisis económica y guerra en Irak, convierte a Obama en potencial víctima de su propio triunfo.
No puede pasar desapercibido el papel que jugó la campaña del partido republicano. Es posible que la fórmula McCain-Palin pasará a la historia como una penosa impostura. Para deleite de los humoristas y los cartonistas, Sarah Palin aportó una dosis de humor involuntario reflejado en la cantidad de personas que durante Halloween se disfrazaron de candidata a vicepresidente. Las parodias de Palin alcanzaron hasta los strip bars, donde teiboleras con lentes se candidateaban para segundo de abordo en el gobierno estadounidense, contonéandose ante el tubo. El enemigo a vencer por el candidato republicano, mas que a su contrincante demócrata, fue el lastre de ocho años de gobierno de George W. Bush. Con ese pesado antecedente, podemos decir que la culpa del fracaso republicano la tuvo el presidente en turno. Y, desde luego, Sara Palin.

sábado, 15 de noviembre de 2008

En el comienzo fue la palabra.

Aunque sabía su significado, busqué la palabra en el diccionario. No la encontré. Intento ahora darle un significado. Uno propio, que la lleve al límite del sentido, que sea como el principio y el fin de una aventura en el ciberespacio. En venezolano un "Sampacú" es lo que en México entendemos como "Chamán", en África sería un "Marabout". En Japón Sanpaku es una enfermedad provocada por un desequilibrio emocional y el exceso de carne, alcohol y tabaco.
Me apego a la definición venezolana, aunque en este espacio auguro un cambio de significado, o como se conoce en lingüística, un deslizamiento de sentido.
Para redondear esta entrada transcribo la descripción de un Marabout, tomada de la novela "Le soleil des indépendences" del marfileño Amadou Kouruma, la traducción es libre:
"Para Salimata, el brujo Tiécura era mucho más que un totem, era una pesadilla, un dolor. ...Tiécura era un bípedo horroroso , repugnante y salvaje. Una mirada llorosa de búfalo negro de la pradera. Los cabellos trensados, cargados con amuletos, rodeados por una nube de moscas. Aretes de cuero, el cuello pegado a la espalda con grilletes y sortilegios como de un perro cazador de cinocéfalos. Una nariz ancha, aplastada, con las fosas nasales separadas de las mejillas por arrugas profundas como los pliegues de las montañas. Los hombros anchos como de chimpancé, las extremidades y el pecho peludos. Tenía además, los labios carnosos y sobresalientes, las palabras rápidas y cortadas, el andar ligero, las piernas arqueadas. Hijo y nieto de brujos, nacido y alimentado entre sacrificios y adoraciones, divagaba, durante el harmattan y el invierno, entre el humo de las abluciones y de los inciensos, rumiaba el silencio de los misterios y el secreto de las penas. Un hombre cuya sombra, silueta y olor, aún desde lejos, bastaban para que Salimata tuviera náuseas, horror y quedara perpleja."